La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.
Jorge Luis Borges

miércoles, 3 de septiembre de 2008

UN CUENTO FREUDIANO - CUENTO ZEN




Roliod se dirigía como siempre al Cyber café esquinero , el ruido de la ciudad acompañaba su caminar presuroso pero decidido , al llegar a la calle 52, se fija cuidadosamente el paso de los vehículos , el semáforo se coloca en luz verde y justamente en ese instante un amigo del que no recuerda su nombre , se detiene en un auto negro , atentamente lo saluda y levanta la mano ,mientras su amigo dibuja una sonrisa diáfana a través del parabrisas , Roliod lo saluda y continua sin vacilar, ingresa al establecimiento , la misma señora de hermosos ojos azules le da la bienvenida al conocido cliente .
-Buenas tardes señora Dora, me presta una maquinita.
Claro, siga en la número tres por favor buenas tardes .
Apaciblemente Roliod toma asiento, junto a el una mujer de aspecto maduro se encontraba inmóvil frente al monitor como quien queda hipnotizado por la lectura de una noticia sorprendente y mientras tanto él inicia la revisión de su correspondencia, pues algunos mensajes importantes debían ser enviados y recibidos.
Luego de una hora y media de obnubilada actitud Roliod se dispone a terminar su viaje virtual y cierra el sistema, se acerca a la ventanilla para cancelar su deuda.
-Cuánto le debo mi señora?
-Son dos dólares con 7 centavos caballero.
-Gracias buenas tardes.
Seguidamente abre la puerta mirando al suelo ,al salir se estremece por que el cielo se ha tornado rojizo obscuro y no hay absolutamente ningún transeúnte y todo local se ha cerrado en la calle , extrañado mira a un lado y al otro pero no obstante hay algunos autos que circulan en una sola dirección , y todos son del mismo color negro , su corazón empieza a latir con fuerza en su interior al percatarse de que algo extraño sucede , tratando de conservar la calma pensando que algo anda mal , prende un cigarrillo y fumando, intrigado mira el reloj eran casi las seis de la tarde , entonces llega al parqueadero, sube al auto y se encamina por la vía, pues quiere saber que es lo que está ocurriendo , mientras conduce su vehículo , y al mirar por el espejo retrovisor se percata de que su auto también ha cambiado de color de blanco a negro trata de detenerse para verificarlo, pero no puede detenerse, una fuerza extraña lo arrastra hacia la luz , la vía es infinitamente extensa las personas solo miran hacia el frente mientras conducen sus coches , solo al final divisa una luz destellante que casi no permite observar con nitidez , han desaparecido semáforos la columna es interminable y calor asfixiante de la costa del Pacífico lo complica todo , la transpiración se incrementa y deja caer unas gotas de sudor por el rostro , incomprensiblemente la multitud motorizada lo dirige hacia un destino incierto , de pronto un sentido de circunvalación va tomando forma , con gran interés observa se da cuenta que en el centro de ese redondel se encuentran unos hombres con largos vestidos rojos como túnicas y su cabeza es rapada, sin cabello, ellos trabajan sonrientes en un extraño jardín Zen restregando con herramientas, una piedrilla blanca donde se describen formas de sentido circular y exacto.
Uno de ellos lo saluda atentamente, es Carlos su amigo el que saludo antes al cruzar la calle , el mismo que lo llama , entonces súbitamente se orilla y detiene su auto , se dirige hacia este extraño grupo de personas vestidas como monjes tibetanos , le invitan a participar de este ritual desconocido , el asunto es tan simple pero , proporciona una paz tan profunda e indescriptible mientras trascurren los segundos parece que el tiempo ha dejado de existir únicamente colabora con el resto , en el centro del redondel existe una pequeña cascada ornamental el sonido del agua y una pequeña flor de exuberante belleza despierta el interés del que se acerca sus colores son un verdadero imán , esa fragilidad propia de una flor , se confunde con las gotas de agua que transparentan en sus diminutos cuerpos líquidos la luz del sol que se descompone fulgurante en un arcoíris que magnifica la sencillez y el asombro.
El monje líder les pide tomen asiento y mientras lo hacen solo observan aquella flor junto a la la cascada que tiene un efecto somnífero todos van entrando en un trance en el que van quedando profundamente dormidos, mientras entra en un profundo letargo.
Roloid v a despertando a la realidad, abre sus ojos lentamente y lo primero que mira es el techo de su propia habitación en la Av . Sexta , está acostado en su habitación solo unos minutos después logra tomar conciencia de su estado de ensoñación , de pronto se levanta como una cimbra y desde la ventana mira hacia la esquina del Cyber Café llueve copiosamente y los autos pasan sin cesar por la avenida encendiendo sus luces que destellan su intermitencia cual luciérnagas inquietas , se cubre el rostro con sus manos y se pregunta que pudo haber significado todo esto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTARIO letra/capitalxxi