El agua escapa libérrima entre mis manos,
que resignadas no pueden más que aceptar un imposible.
Segundos que pasan sin dar una sola mirada atrás,
y el reloj colgado en la pared,
es un caminante que agita sus brazos inexorables.
No sé por qué esta tarde gris, me recuerda las huellas que ayer dejamos juntos en la arena.
El inevitable transcurrir..
celebra hoy el paso a una eternidad que se convierte en sueño recurrente.
Mientras pienso,
mientras sueño despierto,
me aproximo como un frágil velero al horizonte.
Hacia ese sol que cae ,
a esa intermitencia azul que corre violenta por nuestros orígenes.
qué complejo y subjetivo es la severidad del tiempo de nuestros pensamientos... creo que sólo hay que dejarse ir,
ResponderEliminarpero la memoria es la clave que posee el poeta,
mientras sueña, (s)
no hay día ni noche...
El tiempo , ese misterio que evoca al pensamiento , gracias amiga mia, Besos.
ResponderEliminarEl tiempo inexorablemente pasa sin apenas darnos cuenta que se lleva un trocito de nosotros. Para dar paso a los sueños que quedaron por cumplir… mientras con resignación dejamos la vida fluir…
ResponderEliminarUn beso
Tienes razón , sin apenas darnos cuenta se lleva una parte de nosotros ,aveces inutilmente intentamos detenerlo con esos juegos intelectuales que inventamos para satistacer esa esperanza de vivir en la eternidad.
ResponderEliminarGracias mil por tu cometario.
Obrigado Elizabete , tambien gosto muito de tua poesia, um abraço
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