He dejado de asistir
al misterio
del sol que va muriendo/
pero el aterdecer nos habla/
y la esperanza vuelve con las olas/
con el aroma de la vida
que levanta al viento
tu cabellera eterna/
Me gustan las palabras/
son arcilla dulce entre las manos/
alimento de lo indecible/
aquí estoy...
Hermoso poema, Pablo Fer. ¿Es tuyo? Imagino que sí. Sea como fuere te diré que me ha gustado, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Juan Carlos, por tu visita y tus palabras, si lo escrbí yo , un abrazo.
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EliminarPrecioso poema, felicidades y un abrazo
ResponderEliminarGracias por tu visita , un abrazo para ti.
ResponderEliminarEl misterio del morir del día, la promesa del amanecer y el infinito ciclo de la vida bien merece un poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tu visita, un abrazo para ti.
ResponderEliminarBellísimo poema, y es que a través de las palabras se puede hacer una obra de arte, con las emociones que fluyen, Pablo.
ResponderEliminarMe ha encantado leerte, gracias por tus comentarios en mi blog, me alegra volver a verte.
Un abrazo.
Gracias María eres muy gentil , un abrazo para ti.
ResponderEliminarNo tienes nada nuevo, te dejo mis saludos, deseándote una feliz tarde.
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ResponderEliminarun poema muy bonito,saludos.
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