Busco que mis palabras tengan una dirección... ,y casi sin darme
cuenta , se orientan a ti , siguen tu rastro imperceptible , como si en ese sendero
olvidado existiera un rayo
de vida que me sustenta en esta vastedad de instantes
donde al final se que no estás , me pregunto por qué.., camino hacia ese rumbo sin fin que me lleva al
supuesto de que te encuentro en alguna parte de mi mismo , en algún lugar
inexistente para el mundo , mis palabras te buscan , y están aquí intentando
tocarte el alma , mi alma.. , ese algo de los dos que es uno , me estoy buscando
en ti y espero hallarme ...., quisiera saber donde estàs , en que espacio , en
que realidad se hace realidad tu presencia. Te pienso..
Poema vigoroso donde late el pulso flexiblemente acelerado del autor, en efecto, no podría ser de otra forma porque el eco de la muerte el color del luto aún viste su corazón forjado, de principio a fin, con manos sensibles...
ResponderEliminarcomo resultado de lo dicho, ha nacido este poema, de un tremendo valor estético, sin embargo a la hora de adjudicar valor, conforme a su contenido, creo, pienso, lo sé, he leído el mejor poema de Pablo Racines.
Esa inevitabilidad envuelve todo el poema, y la forma elegida (la prosa) hace que su lectura sea un deleite.
ResponderEliminarBesos, Pablo.
Querida Rocìo tus palabras me dan aliento , como siempre pienso no ser merecedor de tanto , mil gracias, TQM
ResponderEliminarQue bueno tenerte por esta casa Paloma , pues si los inevitables tambien nos llevan a escribir un par de letras . <muchas gracias
ResponderEliminarBuena prosa poética, el Hablante en el Otro, construyendo su Voz en esa ausencia, buscando su propia narración en aquella búsqueda infructuosa, hay un dolor contenido, una pérdida que se rehúsa, sólo parece quedar un rastro inexistente.
ResponderEliminarMis besos!
Ese rastro inexistente , parecerìa una contradicciòn pero en verdad es el atar los recuerdos a travès de la memoria , Gracias Eva
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