Mientras la mayoría del mundo occidental se prepara a festejar la "Noche Buena" , y digo festejar por que otra cosa sería hacer un sencillo acto de reflexión en familia , antes que un efímero e insubstancioso pero en ocasiones contundente festejo , en los rincones luminosos de las ciudades se esconde la ignominia de la opulencia, que desconoce nuestra frágil condición de humanos sometidos al insoslayable estado de seres transitorios y apresados por el tiempo.
Es recurrente este evento donde la característica es el desequilibrio , niños arrodillados en las calles, pidiendo "la navidad" que otros la festejan sin mesura, confundiéndola con un día de feria planetaria.
Es recurrente este evento donde la característica es el desequilibrio , niños arrodillados en las calles, pidiendo "la navidad" que otros la festejan sin mesura, confundiéndola con un día de feria planetaria.
Creo que el mensaje del Belén se ha trastocado tristemente en un acto bochornoso donde la desesperación por el consumo, que dejará con grandes sonrisas únicamente a los inversionistas de las mega-cadenas comerciales , solo permitirá con nuestra veña el enriquecimiento de unos pocos y la desesperanza de siempre de aquellos que no tienen nada , ni siquiera voz para expresar sus carencias.
Me pregunto por qué un simple gesto de consideración hacia los que conforman una periferia social donde no llegan los hechos , ni las buenas intenciones de la politiquería de turno , no puede realizarse fuera del concepto comercial de la navidad que el mundo actual nos condena a ver por los medios de comunicación a toda hora , a todo minuto del mes de diciembre.
Creo más en un abrazo fraterno , dos minutos de escuchar las peripecias del día a día de estos pequeños que se ven obligados a mendigar por las calles del mundo , en un día X , cualquier día , un día sin membrete de corazones que se acuerdan que en la navidad hay que comprender o compartir con el que no tiene , un día sin árbol de navidad posiblemente y sin regalitos, pero con el recuerdo intenso y profundo de aquel niño nacido en la más grande precariedad en un pesebre palestino que nos dejó el mensaje de la bondad sin fechas recordatorias , sino la permanencia de la tolerancia , de la solidaridad, de la crítica basada en la edificación de alternativas para un mundo más justo , no de días etiquetados por nuestra inquietante pérdida de consciencia y cada vez más lejos de lo que en verdad debemos ser .
Creo más en un abrazo fraterno , dos minutos de escuchar las peripecias del día a día de estos pequeños que se ven obligados a mendigar por las calles del mundo , en un día X , cualquier día , un día sin membrete de corazones que se acuerdan que en la navidad hay que comprender o compartir con el que no tiene , un día sin árbol de navidad posiblemente y sin regalitos, pero con el recuerdo intenso y profundo de aquel niño nacido en la más grande precariedad en un pesebre palestino que nos dejó el mensaje de la bondad sin fechas recordatorias , sino la permanencia de la tolerancia , de la solidaridad, de la crítica basada en la edificación de alternativas para un mundo más justo , no de días etiquetados por nuestra inquietante pérdida de consciencia y cada vez más lejos de lo que en verdad debemos ser .
Pablo, estoy de acuerdo contigo plenamente, la Navidad se ha convertido en una fecha dedicada al consumo de todo tipo de bienes,siempre que puedo salgo de la ciudad y descanso del bullicio, dedico mi tiempo a mi familia y amigos, no se necesita más...
ResponderEliminarUn abrazo
Qué tema tan profundo sin dudas!
ResponderEliminarRecuerdo que cuando estudiaba y aparecían estas fechas todos mencionábamos el nacimiento del niño Jesús y la celebración de su cumpleaños... hoy día se convirtió en un señor mayor, gordo y con barba muy blanca que lo reemplaza promocionando todo tipo de artículos para regalar.
Muy comercial este mes, no me resultan atractivas las fiestas, es más me solo me dan gastos y lo más triste son los que están ahí silenciosos en tu texto esperando un mejor futuro.
Buen comienzo de semana, un beso!
Gracias por visitarme , gracias por compartir esta idea de como está el mundo , ensombrecido por el más cruel de los egoísmos , con aquellos que no tienen nada.
ResponderEliminarUn abrazo
Vivimos en la era del consumo, de la locura y avidez por comprar y comprar. El mensaje de Belén se extravío en algún recodo del camino. Somos pocos los que intentamos abrazar y entregar amor, porque abundan las luces, la injusticia, la desigualdad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Taty , eso que tu dices lo que nos taladra el alma .
ResponderEliminarUn abrazo.
Después de realizar un recorrido por tu blog, he quedado gratamente sorprendido, pues la belleza de tus publicaciones lo merecen, por tal motivo, tengo que felicitarte.
ResponderEliminarExtraordinarios procesados…..
Lo seguiré con gran interés.
Enhorabuena y un afectuoso saludo desde Gran Canaria.