Mis palabras descansan en un espejo de agua,
espoleando versos al
crujir de los vientos,
encendiendo luciérnagas descarriadas,
pero cuando las brasas golpeen las puertas de mi alma,
mil soles se desnudarán ante ti,
anegando recuerdos trashumantes,
y aquel
sagrado corazón que brillaba en tus ojos,
se irá perdiendo entre los días..
Corazón, mi
pequeño corazón…
este poema deambulará contigo,
hasta morir al final de la tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTARIO letra/capitalxxi