Escribo para que mis manos no claudiquen inmediatas,
para que no deje de existir la existencia,
aquella que muere cada día,
con la despreciable concurrencia de la monotonía.
Escribo para que la vida continúe,
como el agua en el arroyo,
cristalina , pura , indomable.
Voy sin rumbo cierto,
a la deriva..
pero con el deseo,
de morir en la mar,
y dejarme vencer,
solo por la quietud inmarcesible.
Escribo ..
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