Está por finalizar el año y entre
mis intenciones como las de muchos, está el hacer un balance y desarrollar ideas
para un nuevo desafío, entre otras cosas personalmente estoy a las puertas del medio siglo
también y creo que se debe hacer un giro de timón en este navío llamado “Yo”,
pues ahora soy más cauto en el trato que le doy al tiempo, como les digo a mis
hijos.. , uno de los recursos más preciados es lo que "El Cronos" nos proporciona
y más cuando se ha pasado media centuria casi sin darme cuenta, en fin
simplemente estoy aquí tecleando unas líneas y rompiendo el silencio del alma.
Al ingresar a la pantalla de esta
página en blanco, pasé por mi escritorio electrónico, ordenando algo de información
que la tenía dispersa, me percato entonces de la cantidad de información que se descarga
día a día, alguna es importante, otra es imprescindible y otra está allí simplemente
haciendo un bulto sin razón, en una carpeta que he titulado “Leer por gusto”
hay varios textos:
- La Carretera de Cormac MacCarthy
- Luz de Agosto de William Faulkner
- El Sexo y el Espanto de Pascal Quignard
- Viviendo en el final de los tiempos de Slajov Zizek
En estos textos puedo pasar todo
el año que viene, simplemente dejarlos como un adorno en la carpeta electrónica
o leerlos con voracidad por algún interés personal, mientras en el tablero de
esta misma mesa están los libros físicos de "Las Correcciones" de Jonathan Franzen
y El Canon de la Novela de "Harold Bloom", pues es tan simple acceder a la información
que sencillamente nos atiborramos de ella, para colmo al teclear estas ideas me
interrumpe una llamada con número desconocido que me interroga si deseo acceder a una promoción
de Servicios Exequiales, la persona que me habla conoce mis nombres y
apellidos, lo recita y pregunta si soy yo aquel sujeto que pronuncia, a
continuación me ofrece un sin número servicios sobre los que realmente no tengo
el más mínimo interés ..
De pronto, intento comprender
este mundo en pocas palabras, hoy el tiempo está definido de una manera diferente
al que solía vivir en mi adolescencia, nada de esto llegaba a tanta velocidad y
podía caminar por la calle fijándome en lo increíble que era en un momento dado,
dejarme abrazar por la sombra de un árbol frondoso en un día de verano, darme todo
el tiempo del mundo para internarme en la expresión casi inaudita que brota de
la belleza de tus ojos, tu candidez y la mía, confundidas en el aire tibio que
levantaba lentamente las ramas de aquel arupo y que diluía con desenfado sus hermosas flores
violetas, sobre la sencillez de nuestras almas desnudas…
Pero no fue.., y ahora hay que
mirar adelante, saber que prácticamente pasamos de un mundo a otro casi sin
darnos cuenta.. y hay que tomar nuestro equipaje para emprender un nuevo tramo
de esta travesía llamada "Vida" por ahora anhelo disfrutar cada segundo de mi
vida, aceptando lo que ha transcurrido, deletreando cada día la palabra “Humildad”
para que se haga más llevadero el trajinar de la cotidianidad que a veces nos atormenta
con tantas responsabilidades, manteniendo en el horizonte los sueños que aún
permanecen y renaciendo sin dudar las nuevas esperanzas, deseando ser, más que parecer,
alimentando de vez en vez aquel silencio que deja escuchar una voz interior que
dice “Sigue adelante no te detengas”
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