He salido a la ciudad en un día extraño, por necesidad de acudir al banco, aspecto que de a poco es una necesidad tan cotidiana y he visto a la gente, sus miradas, sus gestos, para mi la misma gente, caminan sin cautela de la cercanía de esta escena apocalíptica que parece vivir el mundo en estos días, gente que continúa sus días, han abierto sus negocios para poder hacer lo que corresponde y llevar el pan diario a casa, me estacioné en el puesto donde venden el periódico y las revistas, no con la intención de comprar la prensa matutina, sino para hacer tiempo mientras la gente de la ventanilla se dispersaba en las afueras de la entidad bancaria.
Había mencionado en Twitter que las novelas de Cormac Mackarthy titulada "La Carretera" y el "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago y que las leí hace unos años me recordaban en algo a este maremagnum que ha provocado el ya famoso virus, porque en resumen se huele y se siente la frágil condición humana ante su supuesta supremacía sobre la naturaleza, el gran Homo Sapiens "Hombre Sabio" puede verse muy afectado en cuestión de unos cuantos días, sin embargo voy con lo que me concierne, narrar esta historia urbana.
El hombre del puesto de revistas se encontraba allí, hablaba en voz alta mientras yo miraba los periódicos y detallaba lo que padece el mundo con este gran flagelo.
En efecto el administrador de este pequeño puesto de ventas era un hombre joven de unos treinta y tantos años llevaba una gorra deportiva, portaba unos lentes tipo John Lennon y el cabello largo que terminaba en una maltrecha cola de caballo, vestía muy casual, una camiseta deportiva con el logo del Inter de Milán, jeans y zapatos deportivos, hablaba en voz alta de lo importante de lavarse las manos cada media hora mientras su voz se confundía con el murmullo de la gente y el claxon estridente de los vehículos que se movilizaban en la avenida, le escuché decir que es inaceptable que los extranjeros lleguen al país y salgan por su propia cuenta a alojarse en hoteles mientras dura la cuarentena, manifestaba que el ejército debería instalar sus hospitales móviles y tener allí a los extranjeros sospechosos hasta que dejen de ser un riesgo, su criterio me pareció muy razonable sin más.
Frente a este hombre estaba sentado un anciano, de igual manera vestido de forma muy casual, comía supongo su almuerzo, yo miraba de forma discreta a los dos hombres y de pronto me abordó un sentimiento de extrañeza ante ese cuadro, finalmente preferí concentrarme en el apartado de las noticias internacionales del periódico donde pude leer lo que sigue a continuación:
El Gobierno tiene pocas opciones "Uno de los mejores sistemas de salud del mundo está al borde del colapso", mencionaba el Dr. A.G jefe de la Unidad de Crisis de la región. Calcula que para finales de mes tendrá 18.000 hospitalizados, de los cuales 3.000 deberían estar en unidades de Cuidados Intensivos. Si la población no comprende que debe quedarse en casa, la situación será catastrófica.
Por la forma de relacionarse de estos dos hombres me percaté que eran el joven hijo y su padre avanzado en años, finalmente el hombre joven vendió un ejemplar del periódico del día a un ciudadano y luego se sirvió los alimentos del mismo platillo de su padre.
Cerré el periódico lo puse en su puesto de venta, y me marché con un silencio en mi interior que llegó a las profundidades de mi consciencia.
Cerré el periódico lo puse en su puesto de venta, y me marché con un silencio en mi interior que llegó a las profundidades de mi consciencia.
Me ha parecido una crónica que refleja estupendamente la situación tan crítica que atraviesa el colectivo humano, no solo a nivel de país o nación, sino a nivel global.
ResponderEliminarEsta crisis sanitaria originada por un minúsculo virus puede destruir las costumbres y tradiciones de países enteros, como si se tratara de un mal sueño, hacernos conscientes "al despertar" de hasta qué punto no hemos aprendido a respetar y valorar la responsabilidad como ciudadanos. También en esto incluyo naturalmente a quienes manejan los hilos de la política y economía mundial, que siguen en sus poltronas incapaces de controlar a esta "masa" dependiente de las migajas de sus "amos" para sobrevivir dignamente. Ya que si se requiere que la gente se quede en sus casas, también debe tenerse muy presente que "no viven de aire" y esta segunda crisis económica que se avecina con este paro obligatorio laboral, traerá consecuencias muy catastróficas para la humanidad.
Con tu reflexiva entrada, amigo Pablo, me has conducido fácilmente a entrever este panorama tan negro y que sin comerlo ni beberlo, tanta buena gente, como estos dos protagonistas de tu historia, podrán verse abocados a una ruina demasiado injusta y trágica.
Un abrazo y cuídate en estas duras circunstancias.
Has escrito lo que no verbalizamos. Gobiernos impotentes que no administran bien la crisis o directamente se desentienden ocupándose como siempre de sus propios y personales intereses. Sufrientes pequeños empresarios y simples trabajadores que ven peligrar sus negocios y sus trabajos. Estudiantes que siguen los cursos de forma precaria y un tanto "sui generis" sin muchas garantías de nada.
ResponderEliminarUn bichito maligno que va a acabar con muchas certezas, afirmaciones, ideales, convicciones y esperanzas del ser humano. Así de frágiles somos los que heredamos la tierra y no somos capaces de cuidarla. El error lo pagaremos muy caro.
Un abrazo y a seguir en la brecha del aguante paciente.
Esto es un verdadero caos. Parece una película de terror. No me puedo llegar a creer todavía lo que estamos viviendo en un mundo global. Pero en España, con el sistema de salud más fuerte que tenemos y está colapsado. No hay camas, escasez de materiales. Y todo por no administrar bien los tiempos cuando se veía venir lo que iba a pasar por lo que ha pasado en China y por lo que estábamos viendo el país vecino Italia.
ResponderEliminarPero ya no hay vuelta atrás, ahora que seguir y cada uno ser responsable de sus actos para combatir al virus con el escudo de la cuarentena en casa.
Y qué pasará? que seguiremos contangiándonos y muriendo, y a quién le toca le tocó, y los negocios en ruina. La peor crisis que el 2008 por la salud y por la economía.
Gracias por esta publicación, me gusta leer vuestro punto de vista.
Un beso enorme.
Muy ciertas tus recomendaciones. La verdad es que hay un sentimiento de irrealidad constante. Seremos fuertes, a lo intentaremos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Muchas gracias por sus comentarios , la verdad es que ahora debemos estar unidos , mantenernos solidarios así sea a la distancia , deseo que podamos salir airosos y al final haber aprendido la lección , tenemos que cambiar como sociedad , somos muy frágiles y transitorios y debemos atesorar cada momento que la vida nos da la oportunidad de estar y ser . Un abrazo infinito , cuídense mucho.
ResponderEliminarPablo me gusta lo que escribes me encanta lo que me has dicho en tu comentario desafino con el mundo en que vivimos, sigo saliendo con guantes a la calle, a patinar mi mente apasionada de romance....
ResponderEliminarMe encanta no solo como escribis sino tambien como comentas
Busque tu foto
ResponderEliminarNo pude hallarla
me hubiera gustado conocerte quien está detrás de esas maravillas
Tus palabras son un sol ..
EliminarHola Pablo Fer Racines, gracias por pasar por mi blog ya que me ha permitido conocer el tuyo.
ResponderEliminarY es cierto, ahora lo que necesitamos es solidaridad entre los de a pié, e intentar con nuestra cuarentena ayudar a minimizar este contagio masivo.
Un saludo!
Muchas gracias por tus palabras y por tu visita . Un abrazo.
EliminarOlá, sou da Polônia. Você pode ler meus textos em português porque eu os traduzo.
ResponderEliminarLo siento, estaba equivocado. En mi blog hay traducciones de mis textos al inglés, alemán, portugués y holandés :)
ResponderEliminarVisítame más seguido
ResponderEliminarAsí lo haré Wesola, gracias por pasarte por aquí.
ResponderEliminarPablo, tus letras son el reflejo de la vida en estos momentos que corre como pólvora, ya no sólo a nivel de nuestro país, sino a nivel mundial... algo que parecía tan lejano cuando comenzó en el país chino y que a tantos les ha cambiado sus vidas, de hoy para mañana. Y es que no somos capaces de gestionar la situación, somos un número más en un bombo, todo esto lo hemos creado nosotros, y ahora nuestra tierra nos está devolviendo la pelota, no es justo que paguen justos por pecadores, nos creemos más fuertes, por tener más poder y esta es la consecuencia a nuestros malos hábitos y actos. La sanidad española por muy buena que sea, si no tiene esos medios para poder convatir, de nada nos sirve. Las cifras que nos dejas se han duplicado y como no atajen pronto esta situación, caeremos uno a uno en nuestras casas confinados por una crisis que han creado ellos, miles de familias se ven afectadas, y hay algo que no termino de entender y se me escapa, resulta que a la población menos grave, pero no por ello, quiere decir que no se esté infectado, no se les hace ni una prueba, pero luego uno de ellos tiene síntomas, y a todos se les hace la prueba, aquí se refleja lo humanitarios que somos. China no sólo nos ha dado una lección de solidaridad, sino también de humildad.
ResponderEliminarAbrazos y a cuidarse.
Gracias Ani , la situación es más que dramática para el mundo entero sin embrago , creo en esos valores de resiliencia que el ser humano ha adoptado siempre ante sus tragedias . Un abrazo fuerte y que todos podamos salir bien librados .Dios lo permita.
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog
ResponderEliminarAmo lo que hago y me siento maravillosamente bien
Saludos
Puede que el gobierno actual no esté gestionando bien la situación, pero si los gobiernos anteriores no hubieran hecho recortes durante una década en sanidad la hubiéramos podido afrontar mejor.
ResponderEliminarGracias a ti , por visitarme. Abrazo
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